Ejército de EE. UU. prueba sistema antidrones autónomo Bullfrog en Abrams y Bradley

El ejército estadounidense avanza en la defensa contra drones con la prueba operativa del sistema antidrones autónomo Bullfrog en sus tanques de batalla principales Abrams y vehículos de combate de infantería Bradley. Este sistema, dotado de inteligencia artificial y una ametralladora integrada, promete mejorar la capacidad de respuesta y la protección contra amenazas aéreas no tripuladas.

 

El ejército de Estados Unidos está realizando pruebas con el innovador sistema antidrones autónomo Bullfrog, diseñado para ser montado en plataformas blindadas como los tanques de batalla principales Abrams y los vehículos de combate de infantería Bradley. Fotografías compartidas por Steven Simoni, presidente de Allen Control Systems, muestran la estación de armas Bullfrog instalada sobre un Bradley, evidenciando el avance en la integración de esta tecnología en vehículos en servicio activo.​​

Este sistema pesa aproximadamente 181 kilogramos y monta una ametralladora M240 para munición de 7,62×51 mm, con una cadencia de fuego de 600 disparos por minuto. Además, incorpora inteligencia artificial, visión por computadora y software propietario para adaptar tanto armamento antiguo como moderno y enfrentar drones de hasta 600 kilogramos a distancias de hasta 1.500 metros.​

El Bullfrog está específicamente diseñado para combatir drones de clases 1 a 3, considerados una amenaza creciente pues pueden actuar como artefactos explosivos improvisados aéreos que vulneran la protección de vehículos blindados. A diferencia de sistemas de protección activa convencionales como Trophy o Iron Fist, el Bullfrog ofrece un mecanismo de destrucción directa, automatizado y con capacidad de operar en modos autónomo y semiautónomo, reduciendo la exposición del tripulante.​

Las pruebas recientes revelan que la estación de armas puede instalarse sin necesidad de rediseños pesados, proporcionando un amplio campo de tiro con elevación pronunciada para enfrentar drones que atacan desde posiciones verticales. Esto responde a una necesidad urgente del ejército estadounidense de contrarrestar drones pequeños, rápidos y difíciles de detectar con los sistemas tradicionales.​​

Aunque todavía no se ha anunciado un contrato oficial que certifique la adquisición masiva del Bullfrog, esta tecnología ha sido previamente contratada para integración en plataformas marítimas para las Fuerzas de Operaciones Especiales de EE. UU., destacando su versatilidad y potencial de aplicación en terrenos diversos.​

Según Allen Control Systems, el sistema cuenta con una tasa de falsos negativos inferior al 2% y está optimizado para operaciones móviles o en defensa fija, lo que lo convierte en una herramienta clave para preservar la superioridad táctica en un escenario bélico donde el uso de drones se ha generalizado, especialmente en conflictos recientes y guerras asimétricas.​

El Bullfrog ejemplifica la convergencia entre inteligencia artificial y armamento convencional, marcando el camino hacia una batalla cada vez más automatizada y precisa, en la que la rapidez de respuesta y la minimización del riesgo para los soldados son prioridades fundamentales.

Imagen: Steven Simoni (Cuenta de X).

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