El Congreso Norteamericano podría bloquear el plan de la Fuerza Aérea de desechar 33 F-22A y así comenzar el proceso de retirar toda su flota de 186 F-22 para la década de 2030.
La Fuerza Aérea dice que los aviones en cuestión son modelos antiguos (Block 20), los cuales se utilizan principalmente para entrenamiento y otras funciones que no son de combate. La USAF consideraba que, en lugar de gastar el dinero en la operación de estas aeronaves, es más conveniente gastarlo en nuevos F-35. Además, estos F-22A retirados serían una fuente de repuestos para el resto de la flota.
En lugar de retirar los aviones, Comité de Servicios Armados de la Cámara, o HASC quiere que los 33 aviones se actualicen al mismo estándar, o al menos al Block 30/35 con sistemas de misión, sensores y capacidades de empleo de armas, a un costo de $1.8 mil millones de dólares. Esa cifra podría crecer porque el Pentágono también quiere agregar más capacidades a los cazas de primera línea y el comité dice que los 33 aviones más antiguos también deberían recibir esas mejoras.
Si bien aún quedan obstáculos antes de que las recomendaciones de HASC puedan convertirse en legislación, está claro que el Congreso de los Estados Unidos en general, está cada vez más preocupado por la viabilidad de las flotas de cazas de alta gama de la Fuerza Aérea.
Si la USAF logra iniciar el retiro de sus Raptor, eso impulsaría aún más un proceso continuo de reducción de flota, lo que se ha visto en otros tipos de aeronaves, por ejemplo, la USAF ya completó el proceso de retirar 17 de sus bombarderos Rockwell B-1 Lancer y actualmente parece seguro que el Congreso respaldará los planes para comenzar a retirar más Fairchild-Republic A–10 Thunderbolt II.
La USAF afirma que estos movimientos de flota, tienen el objetivo de liberan fondos muy necesarios para otros proyectos, incluidas las actualizaciones a las aeronaves existentes, pero esta situación, supone una carga cada vez mayor a las flotas más pequeñas que quedan.