Como lo hemos venido informado, American Airlines ha realizado una estrategia de reducción, de homogenización, y de maximización de eficiencia de su flota de aeronaves, lo que se ha traducido en que 150 aeronaves han sido retiradas de su flota, todo esto debido a la crisis aeronautica producido por las restricciones de viajes producto de la pandemia del COVID-19.
Los modelos retirados por American Airlines son el Boeing 757 y Boeing 767, Embraer E190, Airbus A330-300, Bombardier CRJ-200, y 15 aeronaves Airbus A330-200.
En cuanto a sus compromisos con los constructores de aeronaves Boeing y Airbus, American Airlines ha llegado a diferentes acuerdos con ellos. Con Boeing, acordó retrasar la entrega de 18 aeronaves Boeing 737 MAX, que debían ser entregadas en el 2021 y 2022, ahora serán entregadas entre el 2023 y 2024. Con Airbus, American Airlines llego a acuerdo para financiar las entregas de sus Airbus A321 que están pendientes.
A parte de estos recortes en la flota, la baja cantidad de vuelo, y el despido de trabajadores, durante el tercer trimestre del 2020, American Airlines alcanzó ingresos de 3.200 millones de dólares, una caída del 73% en comparación con lo que obtuvo en el mismo periodo del año pasado.
En ese sentido, su pérdida operativa previa a impuestos fue de 3.100 millones de dólares.
A pesar de lo anterior, la compañía terminó con una liquidez disponible de alrededor de 13.600 millones de dólares gracias a las medidas tomadas para hacer frente a esta crisis.
Ahora último, American Airlines intentando asegurar su salud financiera, ha llegado a un acuerdo con el Departamento del Tesoro de Estados Unidos para recibir un préstamo de hasta 7.500 millones de dólares, así como financiación del banco Goldman Sachs por 1.200 millones de dólares.
Doug Parker, CEO de American Airline comento “Tenemos un largo camino por delante y nuestro equipo permanece enfocado no solo para administrarnos durante la pandemia sino para asegurarnos que estamos preparados para cuando la demanda regrese”