Durante la Summit Airbus 2025, Airbus presentó una actualización de su hoja de ruta para ser pionero en el futuro de la aviación comercial en las próximas décadas, describiendo los planes para preparar un avión de pasillo único de próxima generación que podría entrar en servicio en la segunda mitad de la década de 2030, así como su hoja de ruta revisada del proyecto ZEROe para madurar las tecnologías asociadas con el vuelo propulsado por hidrógeno.
En el Summit, Airbus reconfirmó su compromiso de llevar al mercado un avión de hidrógeno comercialmente viable y presentó algunos de los componentes tecnológicos clave que permitirán la llegada de un avión comercial totalmente eléctrico propulsado por pilas de combustible, un camino que se destaca como el más prometedor, después de años de investigación en la aviación de hidrógeno.
Bruno Fichefeux, director de Programas Futuros de Airbus, afirma: “El hidrógeno es fundamental en nuestro compromiso de descarbonizar la aviación. Si bien hemos ajustado nuestra hoja de ruta, nuestra dedicación a los vuelos impulsados por hidrógeno es inquebrantable. Al igual que vimos en el sector de la automoción, las aeronaves totalmente eléctricas impulsadas por pilas de combustible de hidrógeno tienen el potencial, a largo plazo, de revolucionar el transporte aéreo para mejor, complementando la vía de los combustibles de aviación sostenibles”. Estas tecnologías se presentaron, en particular, como parte de un nuevo concepto teórico de una aeronave de hidrógeno propulsada por cuatro motores de propulsión eléctrica de 2 megavatios, cada uno de ellos impulsado por un sistema de pilas de combustible que convierte el hidrógeno y el oxígeno en energía eléctrica. Los cuatro sistemas de pilas de combustible se abastecerían a través de dos tanques de hidrógeno líquido. Este concepto seguirá perfeccionándose en los próximos años, ya que las pruebas adicionales ayudarán a madurar las tecnologías asociadas con el almacenamiento y la distribución de hidrógeno, así como con los sistemas de propulsión.
Glenn Llewellyn, director del Proyecto ZEROe de Airbus, añade: “Durante los últimos cinco años, hemos explorado múltiples conceptos de propulsión de hidrógeno, antes de descartar este concepto totalmente eléctrico. Confiamos en que podría proporcionar la densidad de potencia necesaria para un avión comercial propulsado por hidrógeno y podría evolucionar a medida que la tecnología madure. En los próximos años, nos centraremos en el desarrollo de los sistemas de almacenamiento, distribución y propulsión, a la vez que abogaremos por el marco regulatorio necesario para garantizar que estas aeronaves puedan despegar”.
En 2023, Airbus demostró con éxito un sistema de propulsión de hidrógeno de 1,2 MW, y en 2024 se completaron las pruebas integrales de un conjunto integrado de pilas de combustible, motores eléctricos, cajas de engranajes, inversores e intercambiadores de calor. Para abordar los desafíos de manejo y distribución de hidrógeno líquido en vuelo, Airbus, en colaboración con Air Liquide Advanced Technologies, desarrolló la placa de pruebas de hidrógeno líquido (LH2BB) en Grenoble, Francia. Las pruebas integradas en tierra están previstas para 2027 en el Centro de Pruebas de Sistemas de Aeronaves Eléctricas de Múnich, combinando el banco de propulsión y el sistema de distribución de hidrógeno para una validación completa del sistema.
Más allá de las tecnologías aeronáuticas, Airbus seguirá impulsando el surgimiento de una economía de aviación basada en el hidrógeno y el marco regulatorio asociado, que también son facilitadores fundamentales para el advenimiento de los vuelos propulsados por hidrógeno a gran escala.
Fuente e imagen: Airbus.