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La NASA y Lockheed Martin presentan el avión de investigación supersónico X-59

La NASA y Lockheed Martin presentaron el viernes 12 de enero el avión supersónico silencioso X-59 en las instalaciones de la división Skunk Works en Palmdale, California. Utilizando este avión experimental único en su tipo, la NASA pretende recopilar datos que podrían revolucionar los viajes aéreos supersónicos, allanando el camino para una nueva generación de aviones comerciales que pueden viajar más rápido que la velocidad del sonido.

El X-59 es el centro de la misión Quesst de la NASA, que se centra en proporcionar datos para ayudar a los reguladores a reconsiderar las reglas que prohíben los vuelos supersónicos comerciales sobre tierra. Durante 50 años, Estados Unidos y otras naciones han prohibido tales vuelos debido a las perturbaciones causadas por fuertes explosiones sónicas en las comunidades. Se espera que el X-59 vuele a 1,4 veces la velocidad del sonido, o 925 mph. Su diseño, forma y tecnologías permitirán que la aeronave alcance estas velocidades mientras genera un golpe sónico más silencioso.

Una vez realizada la presentación, el equipo del X-59 comenzará los preparativos para el primer vuelo de pruebas, pruebas de sistemas integrados, funcionamiento del motor y pruebas de rodaje del X-59.

Está previsto que el avión realice su primer vuelo a finales de este año, seguido de su primer vuelo supersónico silencioso. El equipo realizará varias de las pruebas de vuelo del avión en las instalaciones de Skunk Works antes de transferirlo al Centro de Investigación de Vuelo Armstrong de la NASA en Edwards, California, que servirá como su base de operaciones.

Una vez que la NASA complete las pruebas de vuelo, la agencia volará el avión sobre varias ciudades seleccionadas en los EE. UU., recopilando información sobre el sonido que genera el X-59 y cómo lo percibe la gente. La NASA proporcionará esos datos a la Administración Federal de Aviación y a los reguladores internacionales.

El X-59 es un avión experimental único, no un prototipo: sus tecnologías están destinadas a entregar datos que permitirán la creación de nuevas aeronaves supersónicas silenciosas siendo las sucesoras del Concorde y el Tu-144 Soviético.

Con 99,7 pies de largo y 29,5 pies de ancho, la forma del avión y los avances tecnológicos que alberga harán posible un vuelo supersónico silencioso. La nariz delgada y cónica del X-59 representa casi un tercio de su longitud y romperá las ondas de choque que normalmente producirían un avión supersónico provocando el estallido sónico.

Debido a esta configuración, la cabina se encuentra casi a la mitad del fuselaje del avión y no tiene parabrisas frontal. En cambio, el equipo de Quesst desarrolló el sistema de visión externa, una serie de cámaras de alta resolución que se muestran en un monitor 4K en la cabina.

El equipo de Quesst también diseñó el avión con el motor montado en la parte superior y le dio una parte inferior lisa para ayudar a evitar que las ondas de choque se fusionen detrás del avión y provoquen un estampido sónico.

Fuente: NASA.

Imágenes: Lockheed Martin.

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