La Administración Federal de Aviación de los Estados Unidos (FAA), ha restablecido el certificado de operación del Boeing 737 MAX, esto ocurre a un año, ocho meses y seis días desde que el MAX fuera dejado en tierra el 13 de marzo de 2019.
Hoy 18 de noviembre del 2020, la Administración Federal de Aviación, a través de su director Steve Dickson ha informado que se ha recertificado al MAX para el transporte de pasajeros y a puesto sin efecto su orden de dejarlo en tierra. Esto no significa que el MAX comience a volar de inmediato sino que, con esta decisión, la FAA da luz verde a las aerolíneas para prepararse para colocar el avión de nuevo en servicio, cumpliendo con la nueva directiva de aeronavegabilidad y completando el entrenamiento de la tripulación, lo cual es mandatorio para que el 737 MAX vuelva a operar en sus flotas.
Dentro de lo anterior, la FAA aprobará el programa de entrenamiento de pilotos del 737 MAX para cada aerolínea estadounidense que opere el MAX, así como también supervisará las actualizaciones de software de las aeronaves antes de devolverlo al servicio. Por ejemplo, Southwest Airlines informó que capacitaría a todos sus pilotos en el 737 MAX antes de que éste ser reincorpore a su línea de vuelo, lo que sucedería recién a mediado del 2021. American Airlines por su parte, estima que el MAX retornaría a sus operaciones el 29 de diciembre del 2020.
Con respecto, a los cerca de 450 aviones Boeing 737 MAX no han sido entregados, la FAA realizará revisiones individuales de cada avión de forma presencial, con el objetivo de otorgarles el certificado de aeronavegabilidad (y, de ser necesario, los certificados de exportación) a cada una de las aeronaves.
Ahora bien, la resolución de la FAA solo se aplican a las aerolíneas de los Estados Unidos (aeronaves con matricula N). La FAA reconoce que otras autoridades de aviación civil pueden seguir su ejemplo, sin embargo, no están obligados a hacerlo, por lo que dependerá de cada país si el MAX puede regresar a sus cielos.
Se espera que Canadá pueda ser uno de los próximos en autorizar al MAX, ya que fue uno de los países que probaron el vuelo de la aeronave antes de la recertificación de la FAA, junto con la EASA de Europa y Brasil, que también fue incluido en la Junta de Evaluación de Operaciones Conjuntas que se reunió para revisar los resultados de los vuelos de prueba.
Este ha sido un largo proceso, que le ha costado a Boeing cerca de los $20 millones de dólares, que no solo descubrió errores de diseño, sino falencias en el proceso de certificación de las aeronaves, además la investigación señalo que Boeing hizo «suposiciones de diseño y rendimiento defectuosas«, mientras que también critica a Boeing por retener «información crucial a la FAA, a sus clientes y a los pilotos del 737 MAX«, incluyendo «ocultar la existencia misma del MCAS a los pilotos del 737 MAX«.
Ahora la FAA, luego de estos cerca de 20 meses de trabajo y recertificación, tiene la convicción, que con todas las mejoras aplicadas al MAX, incluyendo una actualización al software del MCAS, y sumado al entrenamiento apropiado de las tripulaciones, hacen que el Boeing 737 MAX sea seguro para el transporte de pasajeros.
Fotografía: BOEING