Momento histórico y avance en la transición a la aviación de quinta generación europea
El primer avión F-35A Lightning II de Bélgica, fabricado por Lockheed Martin, llegó a la Base Aérea de Florennes, marcando la incorporación oficial de esta aeronave de última generación a la Fuerza Aérea Belga. La ceremonia oficial fue presidida por altos mandos militares belgas y representantes de Lockheed Martin, simbolizando la integración de Bélgica en el creciente muro defensivo europeo conformado por más de 700 F-35 desplegados en naciones aliadas.
El general Frederik Vansina, jefe de Defensa de las Fuerzas Armadas Belgas, destacó que este escudo no representa agresión sino determinación para defender la libertad en los cielos europeos. Por su parte, el mayor general Geert De Decker, comandante de la Fuerza Aérea Belga, enfatizó la recuperación del prestigio belga con la incorporación de tecnología de punta y la integración en entornos multinacionales de defensa aérea.
Bélgica ha recibido hasta ahora 11 de los 34 F-35A adjudicados en 2018 como parte de un contrato de modernización de 6.500 millones de dólares. Ocho de estas aeronaves permanecen en la Base Aérea Luke en Estados Unidos para entrenamiento de pilotos y técnicos belgas, y en julio de 2025 se confirmó la intención de compra de 11 F-35A adicionales para alcanzar un total de 45.
Para preparar la llegada de los F-35, la Base Aérea de Florennes completó un ambicioso programa de modernización con nuevos hangares, equipamiento avanzado y formación intensa para el personal. El comandante del 1.er Escuadrón resaltó que el F-35 añade capacidades stealth y de integración de sensores sin igual, constituyendo el núcleo de la defensa aérea nacional y de la OTAN.
La llegada del F-35A Lightning II a Bélgica simboliza un importante avance estratégico y tecnológico, consolidando el compromiso belga con la seguridad colectiva y la cooperación en defensa aérea europea.
Fuente e imagen: Lockheed Martin.
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